lunes, 24 de marzo de 2008

viernes, 21 de marzo de 2008

El Número 42 y la Muerte


El hexagrama, símbolo de la tradición extremo-oriental, que se encuentra actualmente en la Basílica del Pilar, tiene un carácter polisémico, y determina su significado particular el contexto en el que se expresa. Desde el punto de vista matemático expresa el número 42 en cifras binarias.



Como podemos ver en su imagen, está formado por seis líneas, alternativamente continuas y discontinuas. Si consideramos como Leibniz la raya continua como uno, y la raya partida como cero, es decir si vemos en esta figura un número representado en sistema binario, sistema descrito por el abad del Císter J. Caramuel de Lobkowitz (1606-1682 ), 30 años antes que Leibniz. Caramuel influyó, posiblemente, en sus conocidos y defendidos Jesuitas y sobre todo por medio del catedrático de matemáticas del Colegio Imperial Jacobo Kresa, determinó su presencia en la Basílica del Pilar.
Esta forma de representar al número 42, es la más perfecta, pues está cifrado, como ya hemos dicho, en sistema binario y también en sistema de base 4, 8, 16, 32, y 64.
Correspondería al número 101010 = 42 ; 32 + 0 + 8 + 0 + 2 + 0 = 42

En el sistema binario se expondría así.
2 º x 0 = 0 ------- -------
2 ¹ x 1 = 2 ------------------
2 ² x 0 = 0 ------- -------
2 ³ x 1 = 8 -------------------
2 4 x 0 = 0 ------- ------
2 5 x 1 = 32 ------------------

Sumando----------- 32 + 8 + 2 = 42 Total 42




Últimamente he encontrado este número en los dos libros que hablan sobre la muerte, concretamente el "libro tibetano de los muertos" y el "Libro Egipcio de los muertos". Dos tratados de tradiciones lejanas en el tiempo y el espacio pero que coinciden en la asignación, cifrada en 42, de las vicisitudes del "Tránsito".
Transcribo parte de los dos textos en los que se hace referencia a este número,
Egipto
El difunto o el iniciado en los misterios entra en la sala doble de la Justicia o "Sala de la Maat"
Oh Maat! Estoy aquí, ante ti. permíteme, pues, mirar tu radiante belleza! ¡Mira! Mi brazo se levanta para adorar Tu Nombre sacrosanto. ¡Escucha, oh verdad-Justicia! Llego a los lugares en donde los árboles no crecen. En donde el suelo no hace surgir plantas...
Es así que me introduzco en los lugares de los Misterios.....
(Mientras entra en la Doble Sala de la Verdad-Justicia, el difunto recapitulando su vida, pronunciará la confesión que sigue con el fin de desembarazarse de sus posibles 42 pecados y de poder mirar a los dioses.)


LA CONFESIÓN NEGATIVA. 1. (Papiro Nu)

Salve, dios grande, Señor de la Verdad y de la Justicia, Amo poderoso: he llegado hasta ti:
¡Permíteme contemplar tu radiante belleza!
Sé tu Nombre mágico y también los de las cuarenta y dos dignidades
Que te rodean en la gran Sala de la Verdad-Justicia;
El día en que se rinden cuentas de los pecados ante Osiris;
La sangre de los pecadores le sirve de alimento.
Tu nombre es: "El Señor del orden del Universo"
Es así que yo traigo en mi Corazón la Verdad y la Justicia,
Porque he sacado de él todo el Mal...
Yo no he hecho mal a los hombres...........sigue
......Yo no puse obstáculos en las aguas cuando debían correr.
Yo no apagué el fuego
En el momento que debía arder.
Yo no violé las reglas de las ofrendas de carne.
Yo no me apoderé del ganado que pertenecía a los templos de los dioses.
Yo no impedí a un dios que se manifestase.
Yo ¡Soy puro! ¡Soy puro! ¡Soy puro! ¡Soy puro!
Fui purificado igual que el gran Fénix de Herakleópolis.
Porque yo soy El Señor de la Respiración
Que da vida a todos los Iniciados
El solemne día en que el Ojo de Horus,
En presencia del Señor divino de esta tierra,
Culmina en Heliópolis.
Ya que vi culminar en Heliópolis el Ojo de Horus
No me sucederá ningún mal en esta Región, ¡oh dioses!
Ni tampoco en vuestra Sala de la Verdad-Justicia.
Porque yo sé el Nombre de los dioses
Que rodean a Maat, la gran divinidad de la Verdad-Justicia.

LA CONFESIóN NEGATIVA. II. (Papiro Nebsenti)

1. ¡Oh tú, espíritu que caminas a grandes pasos Y que surges de Heliópolis, oídme! Yo no cometí malas acciones.
2 ¡Oh tú, Espíritu que te muestras en Ker-aha. Y cuyos brazos están rodeados de un ardiente Fuego! Yo no actué con violencia.
3. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en Hermópolis Y que respiras el Aliento
divino!.. Mi corazón detesta la brutalidad.
4. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en las Fuentes del Nilo Y que te
alimentas sobre las Sombras de los Muertos! Yo no robé.
5 ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en Re-stau Y cuyos miembros se
pudren y apestan! Yo no maté a mis semejantes.
6 ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en el Cielo Bajo la forma doble de
León! Yo no disminuí el celemín de trigo.
7 ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en Letópolis Y que como dos puñales
hieren tus ojos! Yo no cometí ningún fraude.
8 ¡Oh tú, Espíritu de la máscara resplandeciente Que lentamente caminas
hacia atrás! Yo no me apoderé de lo que pertenecía a los Dioses.
9. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en Herakleópolis. Y que trituras y aplastas los huesos! Yo no mentí.
10. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en Menfis Y que gracias a ti resurgen
y crecen las llamas! Yo no robé el alimento de mis semejantes.
11. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en el Amenti, Divinidad de las dos
fuentes del Nilo! Yo no difamé.
12. ¡Oh tú, Espíritu, que te manifiestas en la región de los Lagos
(Fayyum), Y tus dientes brillan como el Sol! Yo no fui agresivo.
13. ¡Oh tú, Espíritu que apareces junto al cadalso Y te arrojas, voraz, sobre
la sangre de las víctimas! Entérate: yo no maté a los animales de los
templos.
14. ¡Oh tú, Espíritu, que te manifiestas En la gran Sala de los treinta
Jueces Y que te alimentas con las entrañas de los pecadores!
Yo no defraudé.
15. ¡Oh tú, Señor del Orden Universal Que te manifiestas en la Sala de la
Verdad-Justicia! ¡Aprende! Yo no me apoderé jamás de los campos cultivados.
16. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en Bubastis Y que marchas hacia
atrás! ¡Aprende! Yo no escuché detrás de las puertas.
17. ¡Oh tú, Espíritu Aati que te manifiestas en Heliópolis!
Yo no pequé jamás por hablar demasiado.
18. ¡Oh tú, Espíritu Tatuf que te manifiestas en Aati!
Yo jamás pronuncié maldiciones, cuando me han causado daño.
19. ¡Oh tú, Espíritu Uamen ti, que surges en las cuevas de tortura!
Yo nunca cometí adulterio.
20. ¡Oh tú, espíritu que te manifiestas en el templo de Amsú
Y que cuidadosamente observas las ofrendas que te llevan!
Entérate: yo jamás he dejado de ser casto en la soledad.
21. ¡Oh tú, Espíritu que surges en Nehatú! ¡Tú,jefe de los dioses
antiguos! Yo jamás atemoricé a la gente.
22 ¡Oh tú, Espfritu-destructor que te manifiestas en Kaui!
Yo nunca violé la ordenación de los tiempos.
23 ¡Oh tú, Espíritu que surges en Urit Y cuya voz oigo que salmodia! Yo
nunca me he encolerizado.
24. ¡Oh tú, Espíritu que surges en la región del Lago Hekat, bajo la forma de un niño! Yo nunca desoí las palabras de la Justicia.
25 ¡Oh tú, Espíritu que surges en Unes. Y que posees una voz tan
penetrante! Yo nunca inicié querellas.
26. ¡Oh tú, Espíritu Basti. Que surges en los Misterios!
Yo nunca hice llorar a mis semejantes.
27. ¡Oh tú, Espíritu cuyo rostro se encuentra en la parte posterior de la cabeza
Y que sales de tu oculta morada! Yo nunca pequé contra natura con los hombres.
28. ¡Oh tú, Espíritu cuya pierna está envuelta en fuego
Y sales de Akhekhu! Yo jamás fui impaciente.
29. ¡Oh tú, Espíritu que sales de Kenemet Y tu hombre es Kenemti!
Yo jamás injurié a nadie.
30. ¡Oh tú, Espíritu que sales de Sais Y en tus manos llevas tu ofrenda! Yo jamás fui querellador.
31. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en la ciudad de Djefit
Y que tienes múltiples rostros! Yo nunca he obrado con precipitación.
32. ¡Oh tú, Espíritu que surges en Unth y que eres astuto!
Yo nunca he faltado el respeto a los dioses.
33. ¡Oh tú, Espíritu que sales de Satiú adornado de cuernos!
Yo nunca usé palabras excesivas en mis discursos.
34. ¡Oh tú, Nefer-tum que sales de Menfis! Yo nunca defraudé ni obré perversamente.
35. ¡Oh tú, Tum-Sep que surjes de Djedu! Yo nunca maldije al Rey.
36. ¡Oh tú, Espfritu de corazón altivo Que surges de Debti!
Yo nunca ensucié las aguas.
37 ¡Oh tú, Hi que surges en el cielo! Entérate: jamas hablé con altanería.
38 ¡Oh tú, Espíritu que a los Iniciados das órdenes! Yo jamás maldije a los
dioses.
39. ¡Oh tú, Neheb-Nefert que surges del Lago! Yo nunca fui insolente ni
impertinente.
40 ¡Oh tú, Neheb-Kau que surges de la ciudad! Yo jamás me hice valer ni he
intrigado.
41 ¡Oh tú, Espíritu de cabeza santificada. Que de pronto sales de tu escondite!
Entérate: yo no me enriquecí de forma ilícita.
42 ¡Oh tú, Espíritu que surges del Mundo Inferior Y que llevas frente a ti tu
brazo cortado! Yo nunca desdeñé a los dioses de mi ciudad.

ANTE LOS DIOSES DEL MUNDO INFERIOR (Papiro Nu)

Yo os saludo,
¡Oh vosotras 42 divinidades que habitáis en la Gran Sala de Justicia!
¡Yo os conozco, en verdad y conozco también vuestros nombres!



EL ARCO IRIS

Para realizar una alianza, entre diferentes tradiciones, que mejor simbolo que el "Arco Iris", fenómeno físico que interrelaciona el fuego y el agua es el "Arco Iris". Símbolo que nos hará de "Alianza" entre Oriente y Occidente, así como de una tradición nacida en las cumbres de los Himalayas y de otra nacida en la desembocadura de un río.
El arco iris, probablemente el más común de todos los fenómenos ópticos del cielo a la luz del día, se forma cuando la luz del Sol ilumina la lluvia al caer. La luz entra en las gotas y se dispersa en un espectro pero, al mismo tiempo, es interiormente reflejada por lo menos una vez antes de abandonar las gotas. Aunque la luz abandone cada gota en todas las direcciones, existen fuertes concentraciones en ciertos ángulos fijos, determinadas por el número de reflexiones intemas. Esta reflexión interna del rayo de luz en las gotas de agua presenta una angulación de 42º, determinando así que el rayo del arco primario sea de 42º
TIBET
"Las 42 deidades apacibles del libro de los muertos tibetano"
La cosmología que aparece invocada en el "Libro Tibetano de los Muertos" es representada mediante el mandala de los Cinco Budas, relacionando el universo ordinario con un conjunto de Tierras Búdicas, universos construidos a partir de energías de iluminación, una en el centro y otras en cada una de las cuatro direcciones. Estas cinco direcciones tienen correspondencia con los cinco elementos y con los cinco colores del arco iris. Se puede observar esta disposición mandálica en la pintura tibetana que se encuentra en el Newark Museum, titulada «El Heruka Chemchok y las deidades del estado intermedio».

Tangka con las 42 Deidades
El Señor Vairochana (1) con su Consorte, el Buda Akasha Dhatvishvari (2), presidiendo la tierra pura central de Ghanavyuha.
Al este el Buda Vajrasattva (3) y su pareja Budalochana (4) sobre la tierra de Abhirati, y asistidos por los Bodhisattvas masculinos Kshitigarbha (5) y Maitreya (6) y por los Bodhisattvas femeninos Lasya (7) y Pushpa (8).
Al sur, presidiendo la tierra de Shrimat, el Buda Ratnasambhava (9) y su consorte Mamaki (10), escoltados por los Bodhisattvas masculinos Akashagarbha (11) y Samantabhadra (12) y por los Bodhisattvas femeninos Mala (13) y Dhupa (14).
Al oeste, tierra de Sukhavati, aparece el Señor Amitabha (15) y su consorte Pandaravasini (16) escoltados por los Bodhisattvas masculinos Avalokiteshvara (17) y Manjushri (18) y por los Bodhisattvas femeninos Gita (19) y Aloka (20).
Al norte, desde la tierra de Prakuta, se encuenta el Señor Amoghasiddhi (21) con su consorte Samayatara (22), escoltados por los Bodhisattvas masculinos Vajrapani (23) y Sarvanivaranaviskambhin (24) y por los Bodhisattvas femeninos Gandha (25) y Nartya (26).
Además de esos cinco clanes búdicos aparecen los guardianes de las puertas, Vijaya (27), Yamantaka (28), Hayagriva (29) y Amertakundali (30); así también las guardianas de las puertas, las diosas Ankusha (31), Pasha (32), Sphota (33) y Ghanta (34); y los seis Señores Budas: Indra Shatakratu (35), el Buda de los dioses; Vemachitra (36), el Buda de los titanes; Shakyamuni (37), el Buda de los humanos; Simha (38), el Buda de los animales; Jvalamukha (39), el Buda de los pretas; y Dharmaraja (40), el Buda de los infiernos.
Finalmente también aparece la Omnipresente Bondad Samantabhadra (41), el ancestro de todos los Budas, con su consorte la blanca Samantabhadri (42).
De esta forma la congregación de las cuarenta y dos deidades del Cuerpo Beatífico emergen juntas y se aparecen desde el propio centro del corazón.
El tratado insta a reconocerlas como una propia y pura visión, diciendo:
¡Oh, noblemente nacido! Esas 42 deidades, ni grandes, ni pequeñas, simétricas, cada una con ornamentación, color, postura, trono y gesto; esas deidades, cada una impregnada por cinco mantras, cada una envuelta por un aura de cinco colores del arco iris, ¡ Son tus deidades arquetípicas, así que debes reconocerlas!
Cada día de permanencia en el "estado intermedio" el tratado aconseja orar, con intensa devoción, para disolverse, el primer día, en la luz de arco iris del interior del corazón de Vairochana y su pareja, y consiguientemente entrar en la tierra pura central de Ghanavyuha, convirtiéndose en un Buda a través del Cuerpo de Perfecta Beatitud.


jueves, 20 de marzo de 2008

Los Parhelios

Parhelios

Los parhelios son un fenómeno atmosférico causado por el Sol. Se trata de uno o dos pequeños resplandores que se forman a ambos lados del Sol cuando hay cirros, esas nubes con aspecto de "filamentos" o de "copos de algodón". Estas nubes se caracterizan por contener pequeños cristales de hielo que refractan los rayos del Sol, es decir, desvían angularmente parte de esos rayos, formando así los parhelios. Estos se ven entonces como si fuera un Sol tras las nubes, aunque menos brillante que el Sol real.
En la siguiente imagen se ve el aspecto que pueden tener:



Como hemos dicho no siempre se ven los dos parhelios; muchas veces sólo hay cirros en un lado del Sol y sólo se forma uno. En realidad, como se intuye en la foto, los parhelios son solamente los puntos más luminosos de un halo irisado que rodea al Sol.
No siempre tienen el mismo aspecto. A veces los parhelios hacen parecer que uno se encuentra en un planeta con dos soles, como me ocurrió a mí en la primavera de 1980; otras o consecutivamente aparecen como una mancha luminosa redonda, como un Sol menos brillante; otras veces aparecen más alargados en sentido vertical y/o se descomponen en los colores del arco iris.
Cuando uno se entera de la existencia de los parhelios y comienza a estar atento a ellos, se da cuenta de que se ven con más frecuencia de lo esperado. Se pueden ver sobre todo al atardecer o por la mañana, cuando el Sol está bajo sobre el horizonte.
Los parhelios aparecen exactamente a 22° del Sol, debido al ángulo con que son refractados los rayos luminosos. Para encontrar este punto del cielo, podemos hacer lo siguiente: colocamos el brazo totalmente extendido hacia adelante y abrimos la mano, como se observa en la foto.
Cuando tapemos el Sol con la punta del dedo pulgar, el parhelio debería estar aproximadamente donde indica la punta del meñique (como si midiéramos un "palmo" en el cielo). Si en ese punto hay cirros, es posible que se forme un parhelio. (Esto, tanto a la izquierda como a la derecha del Sol). La palabra parhelio proviene del griego (para-helios) y se puede interpretar como "junto al Sol" o "compañero del Sol".
En ocasiones bastante raras se produce un "paraselenio"... o parhelio lunar, que se forma análogamente pero de noche y con la Luna llena en lugar de con el Sol. Como podemos observar en el dibujo, la luz sufre dos refracciones cuando atraviesa un cristal de hielo columnar, el rayo se refracta cuando entra en el cristal de hielo y una vez más cuando lo deja. Por tanto las dos refracciones desvían la luz en un ángulo de 22° de su dirección original, produciendo un anillo de luz que será observado a 22° del sol o del a luna.


El fenómeno aparece documentado desde la Antigüedad. Por ejemplo, en el libro primero de La República de Cicerón, los personajes entablan un diálogo de tipo filosófico y de contenido político. El diálogo debe ubicarse en el año 129 a.C. Al inicio del mismo, uno de los personajes pregunta a sus contertulios qué les parece el fenómeno que por esos días se ha observado en Roma, llamado "parhelio", al cual hacen referencia como el fenómeno que permite observar, a simple vista, "dos soles".
Este fenómeno aparece documentado también por Arato (med. s. III a.C.), en los Fenómenos, por Ptolomeo en varias de sus obras, por Séneca (s. I d.C) en Cuestiones Naturales y en Los Meteorológicos de Aristóteles (s.IV a.C.). Aquí el autor nos suscita admiración no solo por el afán declarado de ajustarse a observaciones objetivas, sino sobre todo por la exactitud de ciertas explicaciones, como la del arco iris. Este tratado se puede fijar bastante bien en el tiempo, gracias a dos fecha claras que nos ofrecen sin duda referencia explícita, como la viva descripción que hace del incendio del templo de Ártemis en Efeso, haciendo suponer que la redacción es posterior al 356, año del incendio, hay otra referencia que fija todavía más la fecha, aquella que describe la aparición de un cometa el año 341. Este tratado que comienza con la explicación de la doble exhalación, dedicando el libro tercero a la consideración detallada de varios fenómenos de reflexión óptica: Los halos, el arco iris, los parhelios y lo que Aristóteles llama «bastones». Aquí las explicaciones se basan en las «demostraciones sobre óptica». En el caso de los fenómenos meteorológicos que va a explicar, el «espejo» es la superficie continua que forman las gotas de agua que encierran las nubes; con la particularidad de que, al ser miles de espejos minúsculos éstos no devuelven la imagen, sino sólo el color. Empieza explicando el halo y posteriormente el arco iris, cuyo origen explica detalladamente Aristóteles en la reflexión de nuestra vista; y, luego, la causa de los colores que en él aparecen así como el doble arco iris con los colores dispuestos en orden inverso. Una rigurosa explicación de carácter geométrico disipa las dudas que pudiéramos albergar sobre por qué el iris, al contrario que el halo, no puede ser mayor de un semicírculo. Y finalmente se nos indican las épocas y horas del día en que se producen... «Del arco iris, en cambio, nunca hay un círculo ni su segmento es mayor que un semicírculo: tanto al ponerse el sol como al salir, el círculo es mínimo y la curvatura máxima; pero cuando se va levantando más, su círculo es mayor y menor la curvatura».
Los «bastones» y parhelios, igualmente fenómenos de reflexión, son comentados menos extensamente, aunque con rigor... «Los parhelios y bastones surgen siempre a los lados del sol no por encima ni en dirección a la tierra, ni en la zona opuesta; tampoco de noche, sino siempre alrededor del sol y, sobre todo, cuando se levanta o se pone. Por lo general, ocurren al atardecer y raras veces a mediodía, como sucedió una vez en el Bósforo: dos parhelios que se levantaron con el sol duraron un día completo hasta el ocaso».
En época moderna este fenómeno meteorológico, fue descrito en el año 1630 por Scheiner, no ha dejado de impresionar a las imaginaciones calenturientas. Incluso, como no eran comunes los OVNIS, se ha buscado en él la explicación a las cuatro ruedas celestes que vio Ezequiel junto a cuatro querubines.

Añadiré más datos sobre los comentaristas clásicos de estas inquietantes apariciones luminosas. En el caso del poeta Virgilio en La Envida narra que: [71-19], Didon, ", ve resplandecer en el cielo dos soles y, con ellos, dos Tebas. Plinio, contemporáneo de Séneca, señala, por su parte, los siguientes meteoros fantasmales:
«A veces pueden verse varios soles al mismo tiempo... Nuestros padres vieron el espectáculo de tres soles bajo consulado de Macius y Póstumo, y bajo Marcus y Porcus. Nuestro siglo ha visto el mismo fenómeno bajo reinado de Claudio...
También fueron vistas tres lunas bajo el consulado de Fannus y Demetrio; recibieron el nombre de sol nocturnos».


La aparición de fenómenos meteorológicos raros, era considerado como augurios maravillosos y terribles. Se apuntaban en los anales de prodigios. Julius Obsequen cuenta que en el año 204 a.C. se vieron, entre otras cosas, dos soles en Alba; en 181, tres soles y tres lunas en Galia; en Roma, en el año 172, un arco con una flecha en el cielo, apuntando al templo de Saturno y, al mismo tiempo, tres soles brillantes.


Los parhelios tienen un carácter significante entre los Nativos Americanos. Ellos lo bautizan como «El Perro del Sol». Por ejemplo para los Hopis la Rueda del Arco Iris surgirá en la forma de un ‘Perro del Sol’ hacia todos aquellos que estuvieren listos para verla. El Perro del Sol forma un Círculo del Arco Iris completo en torno del sol y posee blancas luces brillantes apuntando hacia las Cuatro Direcciones.

 

Este nombre, “sundog”, ahora, es usado por los científicos del mundo entero. La visión reiterada de los perros del sol, es un indicio, entre los Hopis, del comienzo del Tiempo del Búfalo Blanco. Una profecía dice: «Una señal aparecerá; muchos Perros del Sol serán vistos cuando se aproxime el Tiempo. Está será la forma que el Cielo usará para decirnos que ya llegó el momento de reconocer las Enseñanzas Secretas y Sagrados entre todas las razas. Muchos hijos de la Tierra despertarán para asumir la responsabilidad de la Enseñanza y el proceso de Curación Planetaria comenzará a tener nuevo impulso.

Una canción Hopi dice:
"Rueda del Arco Iris, dadora de vidaCon tus lluvias purificadoras Uniendo todas los colores, los Hijos de la TierraVolverán a andar en PazRueda del Arco Iris, anuncias que tus Guerreros ya están en pie.Las hermanas y hermanos en armonía con tu luz en sus ojos.Rueda del Arco Iris toca nuestros corazones, y por cierto volaremos.No solos o separados, nuestros colores volarán piando en el cielo.” La Diosa de la Rueda del Arco Iris llega de las Cuatro Direcciones y gira como una swástica, de manera a cubrir todos los puntos cardinales.
El lado de fuera del Circulo Sagrado es protegido por otra Diosa de la Rueda del Arco Iris, que se inclina en el Espacio, creando con su propio cuerpo un cáliz que recoge la lluvia y protege todo el círculo.
El símbolo, ya sea el arco iris o los parhelios, de alguna manera participa de la naturaleza de lo simbolizado. El parhelio y el arco iris como símbolo tiene su propio poder, que deriva de lo simbolizado, y adquiere una cualidad inherente que es eficaz incluso fuera del contexto original. A diferencia del signo convencional, el símbolo en general posee gran universalidad.
Parece ser que nacer durante un parhelio tiene un carácter significativo en el taoismo. En la tradición china se cuenta, sobre el sabio Lao Tzu, que en la noche en que fue concebido, su madre vio a un niño envuelto por el sol, la luna y las nubes y también que en la mañana de su nacimiento, tres soles salieron desde el este.

Los Padres de la Iglesia han comparado al arco iris a un velo o una sombra que permite ver al sol increado sin deslumbrarse. Sobre la frase del arcángel Gabriel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra», San Bernardo comenta: «La virtud del Altísimo hará sombra a la Virgen, a fín de que esta águila singular no se viera deslumbrada por excesivo resplandor y no pudiera soportar el fulgor de la divinidad. Por tanto, la cubrirá con su sombra, para que con la interposición de la carne vivificante pudiera ver al Verbo en la carne, al sol en la nube….»
También es símbolo de la encarnación pues así como los colores contenidos en la luz blanca del sol -en la cual no son directamente perceptibles- se manifiestan en virtud de las materias que los filtran y los reflejan. Se podría decir que la contemplación de las Cualidades divinas es como la visión del arco iris, imagen invertida del sol sobre el velo de la lluvia.



En efecto, la Esencia pura e infinita jamás puede ser el "objeto" de la contemplación ni de la meditación. Sin embargo en la aproximación al arte sagrado es inevitable hacerse la pregunta que ya Juan Damasceno se hizo…« ¿Cómo hacer el icono de lo invisible, como dibujar aquello que no tiene cantidad, ni medida, ni límite, ni forma? ¿ Como figurar aquello que no tiene figura, aquello que nos es recordado místicamente?».
Cuando, como en el caso del arco iris y del Parhelio, la imagen no es ilustración sino teosofía especulativa, y de alguna forma se puede adquirir un conocimiento ontológico de la Encarnación y de la Trinidad. Como observamos en el emblema grabado por J.Boschius, el parhelio es símbolo de la Trinidad.



Los parhelios y el arco iris se produce por la interconexión de los dos elementos más opuestos y mutuamente excluyentes, que son el fuego y el agua, cuya complementariedad es imprescindible para mantener el dinamismo de la creación. Cuando ambos, el fuego y el agua se encuentran surge el estado de unión. En quienes se realiza este bautismo alcanzan el estado de iluminación y se vuelven perfectos. En la oración de la Acatista se le dice a la Virgen María: ¡Salve, conciliación de los contrarios!



Una consideración que podría tenerse en cuenta es que si, como anteriormente hemos dicho, en los parhelios los rayos luminosos del Sol son refractados por los cristales de hielo con un ángulo de 22°. Si tenemos presente que la revelación hebrea se conserva en la Torah, y esta mediante las combinaciones de 22 letras, se podría colegir que como en el parhelio en que se ve al “sol en la nube”, la divinidad se expresa en la Torah mediante 22 letras. No deja de tener sentido que además esta magnitud angular corresponde generalmente a un palmo si lo medimos con el brazo totalmente extendido hacia adelante y abriendo la mano, como se observa en la foto.


lunes, 10 de marzo de 2008

Schamor

Schamor


En la visita que realizamos, los fundadores de la Asociación “Abraham Abulafia”, a la exposición Hebraica Aragonalia. El legado judío en Aragón, que se realizó en el Palacio de Sástago de Zaragoza, Mario Satz nos estuvo enseñando el significado de algunos términos hebreos. De entre ellos, me acuerdo del presente en la reproducción de la judería de Daroca, concretamente el lugar denominado Joseph Albo. En la pared aparecía reproducida la palabra Schamor. Este término se escribe mediante las letras Schin, Men, resh, y que podría ser traducido por "protector". Uno de los nombres de Dios para la tradición bíblica hebrea es "Schamor Israel". Así mismo me comentó que el apellido Chamorro era posiblemente judio. A partir de ahí me puse a indagar y topé con varios libros y documentos que hacían mención del dato.

Ahora haré una digresión y comentaré algo sobre esa foto que figura en los datos personales y en la que aparezco dentro de la letra “Bet”. Esta letra es símbolo de la casa, aparece en términos como Betel o Betlehem, significando Casa de Él y Casa del Pan respectivamente. Por tanto es buen lugar para permanecer, y además pertenece a la palabra Ahabah (aleph, hei, bet, hei). Este término hebreo significa amor, y como dentro del apellido chamorro se encuentra “amor”, hice un juego reflexivo y me coloqué dentro de Ahabah.





Cuenta Caro Baroja que estaba muy extendido el rumor de que los judíos eran médicos y carniceros por que así podían disponer con más facilidad de la salud de los goims. Se citaba una carta firmada por Ussuff "jefe de los judíos de Constantinopla", escrita al rabino español Chamorro el cual le había pedido instrucciones. Caro Baroja reproduce estos consejos: convertirse en apariencia, dedicarse con más insistencia al comercio, practicar medicina y farmacia, hacerse sacerdote e introducirse en cargos de gobierno. Esta carta provocó la suspicacia contra el supuesto criptojudaismo hispano-luso, llegando a pensar que este practicó escrupulosamente estos consejos.

Expongo literalmente estas cartas tomadas de la Historia de los Judios de España de Adolfo de Castro, obra publicada en Cadiz en el año 1847.


Carta de los judíos de España a los de Constantinopla.

«Judíos honrados, salud i gracia: Sepades que el rei de España por pregon público nos hace vol­ver cristianos i nos quiere quitar las haciendas i nos quita las vidas, i nos destruye nuestras sinagogas, i nos hace otras vejaciones, las cuales nos tienen con­fusos é inciertos de lo que debemos hacer. Por la lei de Moisen os rogamos i suplicamos tengais por bien de hacer ayuntamiento é inviarnos con toda breve­dad la deliberacion que en ello habeis hecho.
- Cha­morro, príncipe de los judíos en España.»

Respuesta de los judios de Constantinopla

«Amados hermanos en Moysen: vuestra carta recibimos: en la cual nos significais los trabajos é infortunios que padeceis; de los cuales nos ha ca­bido tanta parte como á vosotros. El parecer de los grandes sátrapas y rabíes es el siguiente:-A lo que decís que el rey de España os hace volver cris­tianos, que lo hagais pues no podeis hacer otro. A lo que decís que os manda quitar vuestras hacien­das, haced vuestros hijos mercaderes para que les quiten las suyas ; y á lo que decís que os quitan la vida, haced vuestros hijos médicos é apotecarios para que les quiten las suyas ; y á lo que decís que os destruyen vuestras sinagogas, haced vuestros hijos clérigos para que les profanen y destruyan su religion y templo. . A lo que decís que os hacen otras vejaciones, procurad que vuestros hijos en­tren en oficios de república para que sujetándoles os podais vengar de ellos. Y no salgais de esta órden que os damos, porque por esperiencia veréis que de abatidos vendréis á ser tenidos en algo.
-Usuff, prín­cipe de los judíos de Constantinopla.,,

domingo, 9 de marzo de 2008

sábado, 8 de marzo de 2008

Geometría Kabalística

Geometría Kabalística

El número 42 representado de diferentes formas en La Basílica del Pilar de Zaragoza, tiene unas propiedades geométricas que lo hacen excepcional. En el dibujo adjunto se puede ver una figura geométrica que cuantifica las 42 esferas de un empaquetamiento perfecto de las mismasEstas, así mismo, rodean a las doce esferas tangentes a una central y tangentes entre ellas mismas, Este empaquetamiento, se puede decir que es el más perfecto desde el punto de vista geométrico. De tal manera que es la manera de colocarse los átomos de carbono en la disposición cristalográfica del diamante. Disposición que lo hace excepcionalmente duro e indomable.


En hebreo la palabra "amor" se dice ahavah y uno se dice "ehad", sobre esto ya los antiguos kabalistas han hecho comentarios. Pues bien el valor numérico de Ahavah como ehad es 13 y si lo sumamos dará 26 que corresponde al valor numérico de Jehovah.


Si observamos las operaciones que aparecen en el dibujo podemos ver que el espacio entre la esfera central y la esfera que circunscribe a las doce tangentes a esta, responde al valor de 26 si tomamos como unidad de medida el volumen de la central. Se podría decir que Cristo corresponde a la esfera central, que toma contacto con doce esferas y estas doce a su vez toman contacto con una superior que las circunscribe, y que tiene un radio tres veces mayor. . En los comentarios sobre el "Cantar de los Cantares", traducido por Mario Satz, este comenta que la palabra racimo o "eskhol" estaba relacionada con la idea fraternidad y la fidelidad del grupo, además de significar "fuego de la totalidad". Es decir, una pluralidad que necesita ser estrujada para devenir uno. De alguna manera el racimo geométrico más perfecto que rodea a la "uva" o esfera central después del formado por 12 esferas es el formado por 42. Pues si, adjuntamos una segunda capa de esferas, a estas doce, que mantengan la propiedad de tangencialidad observaremos que serán 42 esferas.




Otro comentario adicional es que el número 26, que corresponde al valor numérico de Jehovah, tiene la propiedad única entre todos los números de estar entre un número cúbico como el 27, que es tres al cubo, y un número cuadrado como el 25, que es cinco al cuadrado. Este descubrimiento lo hizo Fermat, que dijo textualmente.."El número 26 es un número único en todo el universo matemático".




Para interpretar geométricamente la teoría kabalística de Isaac Luria, este diagrama parece idóneo. Este autor introdujo un nuevo elemento a la noción del Abismo con su nuevo desarrollo de la idea de tzimtzum o contracción. Luria se preguntó cómo era posible para el Ain Sof, el Dios oculto, crear algo desde la nada si no había ninguna nada para comenzar. Si el Ein Sof o el infinito está en todas partes, entonces ¿cómo podemos ser distintos del Ain Sof?  Luria explicó que la creación fue solo posible porque una contracción en el Ein Sof creó un vacío donde Dios no estaba, que el Ein Sof eligió limitarse a sí mismo por un repliegue, y esto manifestó que el principio de limitación propia era un precursor necesario de la creación. No sólo explicó esto por qué la Creación está separada del Dios oculto, sino que enfatizó que el principio de limitación era inherente en la creación desde el comienzo.

También conviene anotar que si como se dijo añadimos la "shin" al nombre ihvh, tendremos un valor numerológico de 326 que corresponde a los números proporcionales de las medidas del " Templo de Salomón”. Pues conocemos por I Reyes 6, 2, que sus dimensiones eran las siguientes: Sesenta codos de largo veinte codos de ancho y treinta codos de alto.
Jehová se escribe ( יהוה), la letra iod tiene un valor numerológico de 10, la hei vale 5 y la vau vale 6. De tal manera que la suma de todas; 10 + 5 + 6 +5 = 26.

El Jesuita Athanasius Kircher, en su tratado de Kábala añade una letra shim en mitad de la palabra Jehová, ( יהשוה ) para formar una manera de decir Jesús en hebreo. En el gráfico anterior lo podemos ver en el centro y rodeado del Nómbre de Dios de 42 letras, con las cualidades .
Como la letra shim tiene un valor numérico de 300, el sumatorio quedará en 326, número que describe las medidas proporcionales del Templo de Salomón.

Este Templo Tenía una división tripartita con un atrio llamada Ulam con una proporción 2:1, el santo o Hekal con una proporción 4:2:3 y el santa sanctorum o Debir con una proporción 2:2:2. La base sería rectangular para el Ulam y el Hekal y cuadrada para el Debir. Aquí presento una posible descripción gráfica del Templo.

El «Debir» o Santo de los Santos (Sancta Sanctorum), se encontraba en la parte trasera, a un nivel más alto que el «Hekal», y se podía accederse a él subiendo por una escalera. El «Debir» tenía la forma de un cubo de 10 codos de lado, algo aproximado a 9 x 9 x 9 metros, y en su centro se puso el Arca de la Alianza. Éste era un arcón grande, hecho de madera de acacia, cubierta con planchas de oro y con cuatro anillas a las esquinas en las que se ponían varas para transportarla. Dentro del Arca se guardaron las Tablas de la Ley, entregados por el mismo Dios a Moisés. En estas Tablas se grabaron los Diez Mandamientos, sirviendo de conexión entre Yahvé e Israel.
Como podemos ver en el diagrama del Templo, el número 326 hace referencia a las proporciones del Debir y el Hekal que son 3 para la altura, 2 para la anchura y 6 para la longitud.
Asi mismo conocemos, por los escritos de San Juan en el Apocalipsis, que la “Jerusalén Celestial es cúbica. También hemos visto en las consideraciones anteriores que, en la naturaleza, la estructura cúbica más perfecta y por tanto más idónea para simbolizar este Templo y Ciudad, es el diamante.
Las primeras referencias científicas en la que se citan sus impresionantes propiedades, se encuentran en el “Lapidario”, texto que encargó componer Alfonso X el Sabio. En este libro se citan ideas peculiares sobre la formación del diamante en la naturaleza y unos interesantes comentarios sobre sus propiedades. El diamante fue la primera estructura cristalina estudiada por Bragg en 1913 mediante refracción de rayos X. De esta manera se conoció su estructura cúbica.


Árbol Fractal

Árbol Fractal


Adjunto un proyecto que presenté y que no fue elegido para la "expo". Lo pensaba hacer de acero corten. El árbol fractal que propuse es el más parecido al curso de un río, es decir a la cuenca hidrográfica. Si, como he subrayado en el dibujo adjunto, observamos el vacío entre dos pequeños árboles, veremos que conforman una cordillera. De alguna manera se encuentran configurados los dos términos de una dialéctica natural, la cuenca hidrográfica y su cordillera.
La cuenca hidrográfica es matemáticamente un árbol fractal, así como las cordilleras conformadas por ese mismo curso fluvial. Los troncos de los árboles, por poner otro ejemplo típico de fractal, se ramifican en un número característico de ramas, cada una de las cuales, a su vez, se ramifica en el mismo número de ramas menores, que a su vez se dividen en el mismo número de ramas.
Las formas encontradas en la naturaleza, - como montañas, franjas costeras, sistemas hidrográficos, nubes, hojas, árboles, vegetales, copos de nieve, y un sinnúmero de otros objetos que no son fácilmente descriptos por la geometría tradicional-, son descriptos (es decir descritos y desencriptados) por la geometría fractal. Esta provée una descripción y una forma de modelo matemático para las aparentemente complicadas formas de la naturaleza. Éstas poseen a veces una remarcable invariancia de simplificación bajo los cambios de la magnificación, propiedad que caracteriza a los fractales. Estos se generan mediante un Algoritmo recursivo, es decir por iteración de una operación. De alguna manera se podría ver, en esta imagen, el discurrir del "agua" mental, es decir del discurso de nuestros pensamientos. Es como si el «espacio psíquico» encontrara un análogo en los fractales. Estas formas pueden servir para captar la estructura fracturada aunque coherente de la consciencia humana, cuyo foco de interés puede pasar casi instantáneamente de las trivialidades de un instante a las verdades eternas del siguiente, conservándose la misma persona en los distintos niveles.

Laberinto y Fuente

Laberintos
Como curiosidad adjunto un proyecto infográfico para una fuente. El agua nace en el centro de un laberinto por el que discurre, para llegar al estanque. Como verás en las fotos de laberintos, uno lo he esgrafiado yo en una laja de piedra en María de Huerva y los otros están en Mogor (Pontevedra). Como verás en la imagen, el recorrido que efectúa el agua en la fuente es el mismo que se haría si recorremos el laberinto tallado en la piedra y que a su vez se encuentra esgrafiado en esa roca prehistórica de Mogor.

Como se ve en el dibujo este laberinto está generado topológicamente por la rotación del más simple diseño de "greca". Si recorremos esta greca veremos que dibujaremos una S. Este símbolo es la forma más sencilla de la doble espiral, y desempeña un papel extremadamente importante en el arte tradicional de los países más diversos, y concretamente en el de la Grecia arcaica. Como podemos observarlo en sus grecas ornamentales. Algunos estudiosos del simbolismo han dicho justamente, que esta doble espiral puede considerarse como la proyección plana de los dos hemisferios del Andrógino. Así mismo ofrece la imagen del ritmo alternado de la evolución y de la involución, del nacimiento y de la muerte.



Representan la manifestación y la misma revolución del mundo alrededor de su eje, pero bajo el doble punto de vista, es decir si lo observamos respectivamente desde uno y otro de los dos polos; y estos dos sentidos de rotación expresan en efecto la doble acción de la fuerza cósmica de que se trata, doble acción que es en el fondo la misma cosa que la dualidad del yin y del yang .


El juego de la oca

Recordemos, , el curioso nexo que existe entre los laberintos y el juego de la oca, de por sí, el juego de la oca posee, en sus círculos concéntricos, un desarrollo casi laberíntico. No hay mejor representación visual del todo intencionada y consciente de la «peregrinación impedida». Este popular juego, parece que apareció en torno a 165O y se ha difundido a lo largo de tres siglos en infinidad de variantes, no gobernada por otra fuerza que no sea el capricho de los dados. Podemos leer en el Poema de Fernán Gonzalez que el culto Jacobeo llegó a tierras burgalesas justamente cuando era Castilla un pequeño rincón / y era de castellanos Montes de Oca mojón. Pues bien, hay un punto de lo más curioso sobre el que nos gustaría llamar la atención. Por añadidura al aspecto ya «psiquicamente» laberíntico del juego, éste posee una característica sorprendente para el tema que aquí nos ocupa: la casilla 42, considerada singularmente peligrosa en casi todas las versiones del juego, es la casa del laberinto; mejor dicho, por usar la debida fórmula técnica, el laberinto es «diseño de casa» en el número 42.


Pero ¿por qué precisamente el número 42? Una incursión a través de la simbología de los números constituiría en sí misma una peregrinación impedida. Podríamos hallar datos enormemente significativos o tan sólo fantasiosos.
Recordemos, por ejemplo, que en el sistema simbólico del Tarot, el número 42 es el doble del último de los «Grandes Arcanos», que tiene el número 21. Esa carta es el Mundo, el Cosmos, la Verdad o la Madre Naturaleza, representados bajo la semblanza de una hermosa mujer desnuda, velada, empuñando dos varas o más bien mazas de tomillo, con un pie sobre el globo terráqueo y a su alrededor una «almendra» formada por una corona de laurel, frutas y flores, rosas y azucenas, cuyo interior está tachonado de estrellas. La figura está protegida por los símbolos de los cuatro Evangelistas: el ángel, el águila, el toro y el león alado Por último, en la carta figura la letra hebrea Tau, la última del alfabeto y signo como todo el mundo sabe- de vida y, por la típica ambivalencia, de muerte en el caso de que esté invertida.

Como vemos, existe una forma de laberinto en la que se puede ver en su centro la letra Tau y la Ro, recordemos que en el centro del laberinto de Creta se encontraba el minoTauRo.


En el entrepaño del Pórtico de la Gloria, desde 1188, un Apóstol de piedra carga el peso de ésta sobre un bastón que tiene forma de tau; y hubo en la capilla mayor de la Basílica otro Jacobo provisto de un instrumento similar (el inquilino de hoy lleva el clásico bordón rematado por un nudo). Consta que por lo menos hasta 1460, fecha en que murió el arzobispo Rodrigo de Luna, todos los báculos existentes en la estatuaria sagrada de Galicia eran idénticos al que Micer Mateo concibió paral el Apóstol.



El “Camino de Santiago” vinculado a este juego, lo podriámos relacionar con la Basílica del Pilar. El juego de la oca tiene 64 casillas si contamos la central y final y como he dicho en diferentes ocasiones, en la Basílica del Pilar, se encuentra el número 42, cifrado en sistema binario, repetido sesenta y cuatro veces.




Otra curiosidad añadida es que también en la Basílica se encuentra en la tumba del Arzobispo Tomás de Agüero el cayado que centra y dirige su peregrinación. Podemos observar también que en su escudo coloca la Y de Samos, símbolo sagrado para los pitagóricos y como en el mito de Er el Armenio, presente al final de la República de Platón, es símbolo de la doble vía del peregrinaje.

miércoles, 5 de marzo de 2008