Los párrafos de este escrito van y vienen en torno al «Pilar», siendo este, como la urdimbre sobre la que tramaré el hilo de mi discurso. Como siempre ha sido, el «cielo» urde, la «tierra» sostiene y el «hombre» trama.
Entre los griegos Platón hace alusión al Eje Universal o Pilar en su tratado “Politeia” (πολιτεία) , traducido como La República, concretamente en el mito de Er el Armenio; en efecto, el eje luminoso del mundo es el «huso de la Necesidad»; siendo así como un eje diamantino rodeado de varias envolturas concéntricas, de dimensiones y colores diversos, correspondientes a las varias esferas planetarias; a las cuales la parca Cloto, con la mano derecha las hacia girar.
Este aspecto binario al origen de la escritura, tiene reflejos hasta en el proceso de fabricación de los pinceles, que debían participar de las dos cualidades originales, Yang-Yin, y así lo vemos descrito por un historiador de la caligrafía que comentaba sobre un famoso calígrafo: «Yang Tong, nunca hubiera utilizado un pincel cuyos pelos no hubiesen sido de zorro en el centro y de conejo en el contorno».
Atendiendo a las teorías modernas de la informática y sus aplicaciones cibernéticas, cuyo padre es el matemático estadounidense Norbert Wiener (1894 - 1964). En Europa es a través de los Jesuitas como Caranuel primero y después Leibniz debemos atribuirles el mérito de precursores de esta aplicación científica, al fundamentar el funcionamiento de las máquinas de calcular en el sistema binario.
Quien dice información está diciendo especificidad. Ya que con cualquier alfabeto, que debe tener al menos dos elementos distintos, siempre será posible formar una gran cantidad de mensajes diferentes, cada uno de ellos resultará dotado de especificidad. Pensemos, por ejemplo, en la gran diversidad de poemas que se han escrito con el alfabeto español y en la peculiaridad de cada uno de ellos. De hecho, si la longitud del mensaje es ilimitada, el número posible de mensajes distintos también lo será, del mismo modo que con las diez cifras árabes se pueden escribir todos los números naturales.
Debemos subrayar que las teorías científicas más recientes vienen a confirmar la certeza de la visión que tuvieron los antiguos. Los conservadores que son “la sal del mundo”, y que aún rinden “culto a los antepasados”, mantienen el punto de vista tradicional, que esencialmente es sintético y con el que se mira todo bajo el dominio de la metafísica pura; el de los modernos, por el contrario, se manifiesta como analítico.
Filón de Alejandría describe el principal alimento de los esenios terapeutas, devotos de la salud, austeros y místicos, nos dice que este se compone de sal de hisopo, pan y agua clara. Marcos 9:50 dice: «Buena es la sal (kalón to alas); mas si la sal se hace insípida ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros mismos (eaftois ala) y tened la paz, los unos con los otros».
Tenemos un vocablo griego que aumenta el campo semántico de alas, la «sal». Se trata de alastos, lo «inolvidable», lo «insuperable».
El acercamiento de estos dos puntos de vista, me parece verlo expresado en el “Pilar” y su templo. De alguna manera es un hecho extremadamente importante desde el punto de vista de la historia de las ideas.
Según algunos textos antiguos, atribuyen la legendaria invención de la escritura a Cang Jie, alto funcionario del Emperador Amarillo, padre de la cultura china, cuyo reinado se sitúa tal vez en el siglo XXVII antes de nuestra era. Un atardecer en que Cang Jie meditaba al borde de un río, observó las constelaciones y las huellas dejadas por los pájaros en la arena. Comprendió que muy bien podían hacerse algunos signos para representar ideas y, en un bambú, reprodujo, simplificándolos, unos cuantos objetos que le rodeaban, utilizando un palo mojado en barniz.
Pictograma del Dragón (long). Los trazos semejan los reflejos del sol en la superficie de las aguas
Sobre este hecho, dicen los comentaristas: «Y aquella noche, los demonios lloraron. La escritura, descifradora del mundo, fruto de la unión de Cielo y Tierra, de lo interior y lo exterior de las cosas, anunciaba el poder de los hombres sobre ellos; por eso a Cang Jie se lo representa siempre con doble mirada, una observa el interior de las cosas, la otra está vuelta al exterior».
Cang Jie
El papel que fué empezado a fabricar durante la dinastia de los Han, por el marqués de Cai, que comenzó a fabricar verdadero papel con corteza de árbol, cáñamo, trapos e hilos usados. Es muy probable que en su fabricación entrara la seda, lo que explicaría la presencia de la radical mi, seda, en el carácter Zhi: papel.
Siempre a las orillas de un río emerge el fuego de la escritura, ya sea el Río Amarillo, el Nilo, o entre los barros del Tigris y Eúfrates, excepción hecha entre otras, de las tablas del Sinaí, en que las letras fueron esculpidas con fuego sobre piedra.
Carácter de río
En las doctrinas tradicionales, los libros a menudo se designan por medio de términos que, en su sentido literal, se refieren al tejido. Esto lo vemos claramente en la palabra «texto», emparentada con textil. Así también, en sánscrito, sutra significa propiamente «hilo»: un libro puede estar formado por un conjunto de sutras, como una tela está formada por un conjunto de hilos; tantra también tiene el sentido de «hilo» y de «tela», y designa, más especialmente, la «urdimbre» de una tela.
Esta palabra es idéntica a la latina sutura; la misma raíz, con el sentido de «coser», se encuentra por igual en las dos lenguas. - Es al menos curioso constatar que la palabra árabe surat, que designa los capítulos del Corán, está compuesta exactamente de los mismos elementos que la sánscrita sutra; por otro lado, esta palabra tiene también el sentido parecido de «fila» o «hilera».
Anunciación con telar
También, en chino, king es la «urdimbre» de una tela y wei es su «trama»; la primera de estas dos palabras también designa un libro fundamental y la segunda sus comentarios. Esta distinción entre «urdimbre» y «trama» en el conjunto de las doctrinas tradicionales, corresponde, siguiendo la terminología hindú, a la que hay entre Shruti que se equipara a la luz directa, representada por el sol, y que es el fruto de la inspiración directa, y Smriti que representa a la luz reflejada, representada por la luna, y que es el producto de la reflexión que se ejerce sobre los datos de la Shruti.
Como vemos simbolizan, respectivamente, el principio masculino y el principio femenino de la manifestación universal. Y en el hombre corresponden al corazón y al cerebro, uno órgano de la intelección intuitiva y el otro de la discursiva o reflexiva.
Entre los clásicos griegos, «Nous», se localizaba en el corazón, agente de la noética, o conocimiento intelectual Instantáneo. Y ha tenido su representación cósmica en el Sol, correspondiendo paralelamente a la Luna el cerebro, y siendo este, el órgano de la mente discursiva y reflexiva, podemos ver como su misma etimología nos dice bastante de sus actividades, pues luna en griego es "méenee", y mes es méen, de la que derivan nombres como "mente" del latín mens, mentis; "mensual" del latin mensis, mes; "mensura"; "mención", probablemente "mensaje" aunque algunos lo hacen derivar del latín missus : enviado, etc. todos referidos a conceptos sobre la razón, la medida y el tiempo.
Sobre el significado de este simbolismo, hay que observar que la urdimbre, formada por hilos tendidos en el telar, representa el elemento inmutable y principal, mientras que los hilos de la trama, que pasan entre los de la urdimbre por el vaivén de la lanzadera, representan el elemento variable y contingente, es decir, las aplicaciones del principio a tales o cuales condiciones particulares. Por otro lado, si se considera un hilo de la urdimbre y un hilo de la trama, nos damos cuenta inmediatamente que su reunión forma una cruz.
Las tres Moiras o Parcas
Según la doctrina taoísta, todos los seres están sometidos a la alternancia continua de los estados de vida y de muerte (condensación y disipación, vicisitudes del yang y del yin); y los comentadores denominan a esta alternancia «el vaivén de la lanzadera sobre el telar cósmico».
Lanzadera del telar
El simbolismo del tejido no se aplica tan sólo a las escrituras tradicionales, también se emplea para representar el mundo, o, más exactamente, el conjunto de todos los mundos, es decir, de los estados o de los grados, cuyo número es indefinido, que constituyen la Existencia universal. En el cristianismo nos encontramos con el libro sellado o Líber Vitae apocalíptico, sobre el que se encuentra tendido el cordero, está situado al igual que el «Árbol de la vida», en el manantial común de los cuatro ríos de paraíso; y aludimos a la relación entre el simbolismo del árbol y el del libro: tanto las hojas del árbol como los caracteres del libro representan todos los seres del Universo.
Anunciación en la que se aprecia el vínculo semiológico figurado por esa columna de luz entre el "Libro" o Torá y el Espíritu Santo. La Torá se escribe en hebreo torah ( תורה ), si realizamos una aliteración kabalística, obtenemos la palabra "la tórtola" escrita ha tor ( ה תור )
Bajo este punto de vista, los hilos de la urdimbre, por los que se unen los puntos que se corresponden en cada uno de los diferentes estados, constituyen el Libro sagrado por excelencia, que es el arquetipo de todas las escrituras tradicionales, las cuales sólo son sus expresiones en lenguaje humano; los hilos de la trama cada uno de los cuales representa el desarrollo de los acontecimientos en un cierto estado, constituyen su comentario, en el sentido de que establecen sus aplicaciones relativas a los diferentes estados; todos los acontecimientos considerados bajo la simultaneidad de lo «intemporal» están inscritos en este Libro, del cual cada uno de ellos es, para decirlo así, un carácter, que, por otra parte, se identifica con un punto de la tela.
El uso de cuerdecillas anudadas, que reemplazaba a la escritura en China en una época muy lejana, también se relaciona con el simbolismo del tejido; la cuerda lisa sin nudo significaba el aspecto Yang, y la cuerda anudada el aspecto Yin. De esta antigua manera de representación pasó a ser fijados esos dos aspectos Yang y Yin, como líneas continua y líneas discontinuas respectivamente. Estas cuerdecillas eran del mismo tipo que las empleadas por los antiguos Peruanos, los cuales les daban el nombre de quipos.
Estas no solo las usaban para contar, también parece que expresaban conceptos mucho más complejos, tanto más en cuanto que se dice que constituían los «anales del imperio», y que, por otra parte, no han usado nunca otro sistema de escritura, si no consideramos escritura los petroglifos, poseyendo una lengua muy perfecta y muy sutil; esta especie de ideografía se hizo posible gracias a múltiples combinaciones, entre las que jugaba un papel muy importante el empleo de hilos de diferentes colores.
Entre los nativos norteamericanos también nos encontramos con la escritura realizada en cinturones con abalorios (wampun). Unos aspectos que convendria atender sobre las circunstancias o condiciones particulares que intervienen en la configuración de un "estilo artístico" de improntación simbólica, seria atender a los modos de acción ritual de ese pueblo o cultura a estudiar. Esto me trae a la memoria los signos y figuras que observé, en una ocasión, sobre el tejido de cuero sin curtir, de un tambor ceremonial de agua, figuras que se iban componiendo sobre la superficie húmeda, que siendo golpeadas por el palillo, dejaban un círculo seco con un cerco bien marcado por el agua trasegada. Fue grande mi sorpresa al observar que las mutantes imágenes que se desarrollaban sobre el tejido animal, fueran similares formalmente a los petroglifos de las estelas olmecas y zapotecas, pudiendo muy bien ser el origen del que tomaron forma. El tambor de agua, es una representación simbólica de la “Madre Tierra”, que como matriz cósmica, da nacimiento a los seres a ser tocada por el sonoro “Padre Cielo”.
En la interpretación rabínica, la forma y la estructura arquitectónica del Tabernáculo no solo proceden de su forma edificable concreta y reglamentaria, sino de las particularidades del orden de los vocablos, de las disposiciones gramaticales y de las pautas de la sintaxis. De tal forma que el “Libro” constituye una posibilidad de significación, que revela la conformación del Tabernáculo y el Templo al estudioso de sus características.
El pilar sobre el Tabernáculo y el mismo como María
En lo que respecta a la Virgen María ella devino el tabernáculo viviente del Verbo, dejándose penetrar en cuerpo y espíritu por su presencia. Así, ella, es llamada «Tabernáculo del Señor». La Biblia denomina «Mishkán» al tabernáculo, habitación o morada de lo divino, y la tradición hebrea ha visto aquí su inmanente Divina Presencia o «Schejiná». Para la kábala, la palabra schejiná procede de la raíz de mishkán y los cabalistas la relacionan por equivalencia numérica con el término lengua, idioma «safá». El término Safá (שפה) tiene un equivalente numérico de 385 = 300 +80 + 5; el mismo valor que Schejiná (שכינה) = 300 + 20 + 10 + 50 + 5 = 385.
Estas correlaciones nos llevan a inferir que nos encontramos ante vestigios de la lengua adánica o universal.
De alguna forma el texto de la “Escritura” y la “Tienda de la Reunión” participan de la revelación divina. El apóstol Juan declara en el prólogo de su Evangelio: «Y la palabra se hizo carne y puso su tienda entre nosotros». Este paralelismo comparativo entre el Tabernáculo y el texto de la Biblia se encuentra simbolizado en las dos formas iconográfícas más comunes de representar la Anunciación. En una la Virgen es visitada cuando se encuentra tejiendo el velo del templo, el pintor ha colocado en las manos de María una madeja de púrpura. Así es representada en el más antiguo icono de la Anunciación conservado en Rusia, obra de un maestro bizantino del siglo XII.
Antiguo icono Anunciación con la "púrpura" para tejer el velo del Templo
En otra la Virgen es visitada mientras está leyendo el texto sagrado. En ambas se hace implícito el paralelismo simbólico entre lo “textil” y el “texto”.
Sto. Tomás de Villanueva advierte que, en la historia de José, cuando Zuleika, la mujer de Putifar, intentó seducirle asiéndole por los flecos de su túnica, esa que abandonó entre sus manos era una túnica “polímita”, palabra compuesta de las griegas poli (varios) y mitos (hilos); observemos la semejanza homofónica entre “mitos” hilos y “mytos” narraciones.
El exégeta Mario Satz explica la relación semiológica entre el "Libro" o Torá y la figuración como paloma del Espíritu Santo. Este vínculo se establece porque la Torá se escribe en hebreo con las letras tau, vau, rem y hei ( תורה ), de tal forma que si operamos mediante la temurá o aliteración kabalística, -procedimiento exegético tradicional hebreo que consiste en relacionar palabras compuestas con las mismas letras-, obtenemos la palabra "la tórtola" escrita hei tau, vau, y rem ( ה תור ). Este vínculo es apreciable en lengua castellana por su homofonía (tor), quizás debido a su etimología hebraica.
La Torah con la letra inicial B y la final L (LeB) corazón
Este procedimiento de interpretación semiológico se llama Nirukta en la tradición hindú y ha sido igualmente utilizado por los griegos, especialmente por Platón: la palabra griega que corresponde al Nirukta es “Hermeneia”, y no es solamente una ciencia como la filología o la etimología, sino un procedimiento que consiste en hacer comparaciones entre palabras asonánticamente cercanas. En el prólogo del Evangelio de San Juan donde leemos: «Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros», el verbo griego empleado para designar la habitación terrestre de Dios encarnado, eskênosê, significa literalmente «ha plantado su tienda», tiene por raíz trilítera skn que es la misma exactamente a la raiz hebraica shkn de la palabra Shekina, que como hemos dicho, designa la presencia divina entre los hombres. De esta forma el apóstol Juan, hebreo de nacimiento, escogió este verbo griego que implicaba el sentido hebreo.
De esta forma se puede llegar a establecer un posible vínculo simbólico con el preceptivo manto de oración de la tradición hebrea, llamado Talit. De hecho se entiende, en la tradición hebrea, que cuando uno se cubre con el talit, se han entrado en la tienda para encontrarse con Dios. Esta Tienda es como la imagen de aquella que Jahveh manda construir en el desierto, y que se describe en Éxodo 25; 8-9. «Hazme un santuario para que yo pueda morar en medio de ellos. Te ajustarás totalmente, en la construcción de mi mansión y de su mobiliario, a los modelos que te mostraré.» Por esta razón el talit es también reconocido como " La Tienda Pequeña". Además, según cierta exégesis rabínica, la palabra Talith consiste en 2 palabras hebreas: Tal que quiere decir Tienda e Ith que quieren decir Pequeña. ¡En otros términos una Tienda Pequeña!
Talit con los ziztzit refulgentes, esos flecos que curaron a la hemorroisa
Normalmente el Talit, mantón o capa de la oración, mide sobre 70 pulgadas de largo por 36 pulgadas de ancho. Está tejida sin costuras y de una sola pieza de tela.
La grafia hebrea para Talit (טלית) es casi la misma de la palabra Talit (טליה ) que quiere decir un Cordero o una oveja joven. Se puede observar que el escudo del Cabildo presenta un cordero ante la columna, posiblemente simbolizando que es en el centro o eje dónde se alcanza la inmortalidad o resurrección. Además su raíz טל es común a varias con las que se víncula simbólicamente como טל que significa “rocío”, o también (טלה) que significa cordero, carnero, Aries; y טלל que significa techado sombreado y también mojado de rocío.
Escudo del Cabildo del Pilar
Sobre estas relaciones semánticas, podemos añadir que tanto San Jerónimo como Santo Tomás de Villanueva escribieron sermones en los que comparaban el vellocino de lana de Gedeón como una señal o símbolo de la Virgen María; por ejemplo en el sermón sobre la Presentación se comenta: «El Gedeón celestial llenó una taza de rocío. Por consiguiente, como está la perla en la concha, así está el Verbo en el seno virginal».
Zitzit
El talit o manto de oración, hecho como se ordena en Números 15:38-41, generalmente es blanco y está hecho de lana. En los cuatro ángulos del manto están colocados unas franjas, las Zitzit ( ציצית ) o flecos de lana que constan de 32 cordones anudados de acuerdo a una forma prescrita. Quizás para decir que el Verbo encarnado era la manifestación humana de la Shekina.
Talit con los 32 flecos del zitzit
El monje budista Kumarajiva tradujo al chino una obra sánscrita titulada La Red de Brahma (Fan- wang-king), según la cual los mundos están dispuestos como la malla de una red. Así vemos que en los Upanishads, el Supremo Brahma se designa como «Aquel sobre quien se tejen los mundos, como urdimbre y trama», aquí, naturalmente, la urdimbre y la trama representan los aspectos del principio activo o masculino (Purusha), y el principio pasivo o femenino (Prakriti). Siendo la cruz formada por la linea vertical y la horizontal como un símbolo de la unión de los complementarios, ya sea el sol y la luna, o los principios masculino y femenino de la manifestación universal.
En la tradicional cosmología china el universo está formado por el Tao, traducido por sentido, Vía y que hace surgir una vez lo obscuro (yin) y una vez lo luminoso (yang). Lo luminoso y lo obscuro son las dos fuerzas primarias, designadas ya sea como día y noche, firme y blando, siendo estas últimas calificaciones, las que se dan a los dos trazos del Libro de las Mutaciones.
Hexagramas con anotaciones de Leibniz que recibió del Padre Bouvet
E
n este concepción del universo, el Tao o Sentido consuma las imágenes primarias, constituyendo el Cielo o lo Creativo, y reproduciéndolas constituye la Tierra o lo Receptivo. Aquí lo creativo engendra la cualidad, y lo receptivo la cantidad. La denominación del sol es T'ai-Yang; lo luminoso grande, y la de la luna es T'ai-Yin; lo obscuro grande. Lo creativo o Yang se simboliza mediante un trazo continuo --------------, y lo receptivo o Yin mediante un trazo discontinuo o partido en dos ----- -----, estas dos fuerzas fundamentales engendran por duplicación o potenciación las cuatro imágenes, y estas a su vez los ocho signos o trigramas. En el I-Ching se dice: «Los santos y sabios establecieron las imágenes con el fin de expresar totalmente sus pensamientos; representaron signos con el fin de expresar totalmente lo verdadero y lo falso. Luego agregaron además juicios y así pudieron expresar sus palabras totalmente.»
Es pertinente atender a la etimología de la palabra «Chi», que en su origen designaba a la parhilera o viga maestra de un edificio, y está representada por un simple trazo. Así representado es el símbolo de la postulación de la unidad, y esta palabra es la que designa el "Gran comienzo original" (T'ai Chi), que engendra las dos fuerzas fundamentales Yang y Yin. Podemos ver las analogías que existen con lo anteriormente expuesto sobre el tejido, y que aquí la urdimbre estaría representada por la raya continua yang y la trama por la discontinua yin. Así vemos que tanto el tejido cósmico como el libro de la creación estaría escrito mediante las combinaciones de esos dos elementos llamados lo creativo y lo receptivo.
Primera página del tratado de matemáticas de Caramuel
Sobre esta cosmovisión se tuvo noticias en Europa, a raíz de los intercambios culturales promovidos por la actividad misionera de la Compañía de Jesús en China. Caramuel y posteriormente Leibniz, escribieron sobre la matemática y las cifras en base binaria. Leibniz en 1697 había publicado los «Novissima sinica» compuesta por una colección de cartas y ensayos de los misioneros jesuitas en la China. La obra llegó a manos del padre Joachim Bouvet, que acababa de regresar de la China y que había escrito a Leibniz sobre la antigua filosofía china, representada, en su opinión, en los 64 hexagramas del I- Ching.
Moneda acuñada por Leibniz con la numeración binaria
Pero cuando Leibniz describe a Bouvet sus investigaciones sobre la aritmética binaria, es decir, el cálculo por 1 y por O (del que señalaba incluso las implicaciones metafísicas y el poder de representar la relación entre Dios y la Nada), Bouvet comprende que esta aritmética explica admirablemente la estructura de los hexagramas chinos. En 1701 envía a Leibniz una carta a la que adjunta una grabación en madera de la disposición de los hexagramas atribuida al emperador legendario Fu-Xi, y que Leibniz viendo su secuencia significativa como una progresión de los números binarios, lo expondrá en su Explication de l'arithmétique binaire (1703).
Leibniz analiza esta estructura para considerar solamente su forma y su capacidad combinatoria, encontrando ese cálculo que puede ejercerse, con rigor cuantitativo, sobre nociones cualitativas. Encontrándose ante un antecedente de la característica y del pensamiento ciego, que tanto rumiaba. . Estos 1 y estos O son los auténticos símbolos ciegos y su sintaxis funciona, y permite realizar descubrimientos antes de asignar cualquier posible significado a las secuencia que produce. Leibniz se anticipa a la lógica matemática de George Boole; pero se anticipa también al auténtico lenguaje de los ordenadores, lenguaje con el que el programador proporciona instrucciones al ordenador y el lenguaje con el que el ordenador « ejecuta», sin «saber» qué significan las instrucciones que recibe y elabora en términos puramente binarios.
Aquí podemos ver a modo de ejemplo, como existe una analogía formal entre la escritura y el tejido. Hemos representado una red con los 64 hexagramas de Fu-Xi, repetidos cuatro veces, en la que destacan en negro los 12 hexagramas que representan las estaciones del proceso alquímico taoísta, o circulación microcósmica, se puede apreciar el mosaico en forma de cruz gamada, que se suele ver en los diseños textiles de la sericultura china.
Esta misma idea se puede encontrar en Egipto, en uno de los símbolos más antiguos, el de Neith, la Atenea griega, consistente en dos flechas cruzadas delante de un escudo. Neith es la divinidad del tejido y la inteligencia. EI «conocimiento» o la «ciencia» consiste en el entrecruzamiento de la trama y la urdimbre. En el pensamiento egipcio el ojo está relacionado con las divinidades del tejido, con sia, el conocimiento, y con Sia, la divinidad del conocimiento, cuyo nombre está escrito jeroglíficamente como un trozo de paño porque el ojo, mediante la “retina”, es nuestro medio más importante de obtención de conocimiento, comparte el principio del entretejido con el que se hace la tela.
Tercera Hora del "Libro de las Puertas": la barca solar navega por el inframundo. Cámara Funeraria de Ramsés I
Apuntamos que su principal elemento orgánico sea la «retina», que deriva etimológicamente de «red».
Sin embargo, hay que «sublimar» y elevar a un nivel superior incluso el enriquecimiento que denominamos conocimiento, pues si tiene un carácter puramente cerebral, es tan mortal como el instrumento, “ais”, el cerebro, con el que se lo adquiere.
Un texto de Plutarco, extraído del templo de Neith en Sais dice: "Soy todo lo que ha sido, lo que es y todo lo que será. Ningún mortal ha sido capaz de alzar el velo que me cubre"
Originalmente, era una diosa Neith de la caza y de guerra, y tuvo como su símbolo, al igual que la ciudad de Sais sí, dos flechas cruzadas en un escudo. En su forma primitiva, como una diosa de la guerra, ella se dijo que la fabricación de armas de los guerreros, y cuidan su cuerpo cuando murió. Sin embargo, su símbolo también se parecía a un telar, y así fue que se convirtió en la diosa Neith, además de tejer, y obtuvo su nombre, que significa tejedor. Como diosa del tejido y las artes domésticas era una protectora de las mujeres y un tutor para contraer matrimonio, por lo que la mujer real a menudo se nombra después Neith en su honor.
Neith, también llamada Tehenut "La Libia", es una antiquísima diosa egipcia cuyo culto proviene del periodo predinástico, en el cual tenía forma de escarabajo, después fue diosa de la guerra y la caza, y diosa inventora.
Esposa de Seth y madre de Sobek en el Imperio Antiguo, considerada protectora del faraón, e identificada con la abeja. Protege asimismo a Osiris y a Ra con sus flechas que adormecen a los malos espíritus.
En el Imperio Nuevo se convierte en la "diosa madre", ser andrógino creador de dioses y hombres, la que engendró el universo a través de siete flechas (o siete palabras, pues también se decía que creaba a través de la palabra) con las que hizo surgir la colina primordial.
Aquí el tejido del vestido de Neith tiene la misma estructura hexagonal o en panal de abejas que la retina ocular
En el periodo saíta es una diosa nacional y se la proclamará "Madre de todos los dioses" y "la que dio luz a Ra" como diosa primordial, "la iniciadora del nacer después que no hubiera el nacer".
En su aspecto funerario es la diosa protectora de los muertos, la que inventó el tejido (por lo que se convierte en patrona de los tejedores) y ofrece tanto las vendas como el sudario para los difuntos.
Tejido de la Retina humana bajo microscopía
También era la encargada de restaurar las almas, a las que ofrecía pan y agua tras su largo viaje desde el mundo de los vivos.
Fue venerada en Sais, donde los sacerdotes de Neit eran médicos obstetras.
Imago que parece una momia egipcia
Especulando con el tejido y la sericultura, encontraremos una significativa imagen en la imago del capullo del gusano de seda, que como la pupa del escarabajo, revela todo el simbolismo de Khepri, y en el que podemos ver a las momias reales envueltas en tiras de lino.
En Levítico 19, 19. y en Deuteronomio 22, 11, se lee: «No te vestirás ropa entretejida de lana y lino», aquí la ley se opone a toda mezcla, y es posible que aluda a evitar la mezcla de lo profano y lo sagrado. Espero que la mezcla de fibras de diferentes tradiciones y tiempos no caiga en la impostura y el desatino.
Santa Capilla de la Sindone de Turín
Añado imagen de un fragmento del tejido de la sábana santa de Turín, siendo técnicamente una sarga de cuatro en espiga o espina de pescado, cada banda longitudinal tiene unos 40 hilos, siendo el ángulo que forman los bordones ascendentes y descendentes de 60º, esta formada por hilos de lino bastante tupidos. El tejido contiene cerca de 38 hilos por centímetro cuadrado en la urdimbre y unas 25 pasadas en la trama. El simbolismo de la letra M y N, alude siempre a las aguas del Nun primordial, ya sea regenerador o destructor de las formas, y es en tejido así donde Jesús eligió ser envuelto.
En esta imagen se aprecia el diseño en forma de NM. Representación de las aguas en su forma epigráfica más antigua. Así mismo también en la Capilla construida por Guarini en Turin, para su custodia se puede apreciar el simbolo de la Montaña Cósmica emergiendo de un alero siseante de cinco vértices representando las Aguas Primordiales. En la concepción de esta Capilla, Guarini se documentó en las fuentes del extremo oriente.