Ars moriendi ("El arte de morir") es el nombre de dos textos interrelacionados escritos en latín que contienen consejos sobre los protocolos y procedimientos para una buena muerte y sobre cómo "morir bien"
Estos libros están escritos de acuerdo con los preceptos cristianos de finales de la Edad Media. Su éxito fue tal, que se tradujo a la mayoría de las lenguas europeas occidentales, y fue la primera obra que inspiró a la posterior tradición literaria de guías para la muerte.
Originalmente había una versión larga, y posteriormente una versión corta, conformada por once grabados de imágenes instructivas para que pudiera En la época medieval, se creía que los demonios esperaban junto a la cama del moribundo el momento propicio para arrebatarles el alma.
Para defenderse de estos demonios se precisaba destreza, esta se adquiria mediante un arte. Esto se conocía como “ars moriendi” (El Arte de Morir) En estos textos se mostraba la lucha entre los vicios o dudas religiosas y las virtudes y certidumbre religiosa en la mente del moribundo, así como la lucha externa entre las fuerzas del bien y del mal por apoderarse de su alma.
Ars Moriendi es una serie de ilustraciones más refinadas que aparecen en El Libro de Horas. Para teólogos y predicadores, la muerte era un asunto de recordación diaria, relacionada a las tareas de cada día.
La tradición de ars moriendi implicaba el tratamiento de la muerte como enemiga por un lado, y como portal a la inmortalidad por otro.
El libro sostenía una mirada directa al instante crudo de la muerte, donde la vida juega su carta definitiva y la apuesta, a todo o nada, es la eternidad de los bienaventurados o el fuego inacabable de los malditos. Sus páginas indicaban una estrategia muy precisa contra los últimos demonios de la tentación —cada uno con sus malignas características— que tanto el moribundo como sus acompañantes debían seguir sin vacilar.
Tan difícil era alcanzar una «buena muerte» que hasta el hombre mejor preparado temía topar con la aguda crisis espiritual de la agonía, donde todo podía echarse a perder por un mínimo desliz. Entonces eran necesarias dos cosas: buena compañía y el Arte de bien morir.
Sobre la muerte y también sobre técnicas ascéticas basadas en la respiración conozco un autor que se llama STANISLAV GROF, y que ha publicado en español el libro: EL VIAJE DEFINITIVO: LA CONSCIENCIA Y EL MISTERIO DE LA MUERTE. Sobre este tema pero tratado poéticamente se puede leer en el siguiente blog: http://ars-moriendi.blogspot.com/
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