El caballo blanco es una figura que aparece en las profecías sobre los últimos tiempos.
La espada que porta sobre su boca, en el Evangelio representa a la Palabra de Jesús, es la "espada aguda de doble filo", palabra que sirve para cortar y separar la Verdad de la mentira, una espada que distingue a la hipocresía, el engaño y el doblez o lengua hendida.
A la espada se le arroga un significado simbólico relacionado con la acción y el efecto de discriminar. Discriminar viene del latín discriminare cuyo significado original es: separar, distinguir, diferenciar una cosa de otra, los actos de unas personas respecto de otras. Tal y conforme lo instituyó Dios, al diferenciar y separar a los ángeles malos de los buenos.
Existió una espada llamada sax, esta fue un arma más pequeña que la espada con un solo filo y punta afilada.
El sax era una combinación entre una daga y un cuchillo con un peso considerable para su tamaño.
Arma muy utilizada por los vikingos y los sajones, entre los siglos IV y X . Este nombre tiene la misma raíz etimológica que “sexo” y “sajar”, es decir lo sexual es lo dividido en macho y hembra, lo separado de la unidad en sentido platónico.
En el formal ideario chino y japonés el carácter “däo” o “katana” (espada) que solo puede significar fuerza o habilidad. Junto a otros pictograma es una raíz que cambia su significado. Añado unos ejemplos que nos ayudarán a dilucidar su simbolismo.
Por ejemplo el ideograma “fën” representado por una espada junto con ocho, significa separar, discriminar, dividir, repartir. Si lo asociamos al pictograma que significa negación, lo interpretamos como “incapaz”, así mismo asociado a sabiduría, tenemos el concepto de inteligencia. Asociado la espada a un camino dará “energía”. Espada asociada a boca “ling” significa separar. En japonés katana más boca “bö” significa distinguir.
En china los ideogramas que incluyen el pictograma de caballo, representan conceptos como: valiente, llevar, pararse, domar, etc.
En el Apcalipsis se lee: "Y ví el cielo abierto y he aquí un caballo blanco y el que se sentaba sobre él se llamaba Fiel y Veraz, y juzga con justicia y lucha. Y sus ojos eran como llama de fuego y en su cabeza tenía muchas coronas, tenía su nombre escrito que nadie conoció salvo él. Y se vestía con una ropa teñida en sangre y su nombre es Verbo de Dios. Y el ejército que está en el cielo le seguía en caballos blancos, vestidos con lino finísimo y blanco. Y de su boca salía una espada de dos filos, para herir con ella a las gentes. Y él mismo las regirá con vara férrea, y él mismo pisa el lagar del vino del furor y de la ira de Dios omnipotente. Y tiene escrito en su vestidura y en su muslo: Rey de Reyes y Señor de señores”.
El Apocalipsis únicamente nos presenta una visión triunfante de alguien que es fácil creer se trata de Jesucristo. La tradición apostólica repite lo dicho otras varias veces: el caballo primero es la Iglesia y quien lo monta, Jesús, la divinidad encarnada. Los restantes caballos blancos son los santos, esto es, la Iglesia. La espada de la boca es la palabra de predicación y castiga a los infieles. La vestidura de Jesús es su cuerpo y el muslo sobre el que se escribe su nombre indica a los pueblos que creen.
Aunque los paralelismos pueden inducir a error, no obstante incluyo unas imágenes del Kalki Avatara hindú y su representación tibetana.
En los textos de la tradición Vedántica, los Daśāvatara son los diez avatares de Visnú en el «Garudá-purana»
Las diez encarnaciones más famosas de Visnú se llaman colectivamente Dasavatara (dasa en sánscrito significa ‘diez’). En esta lista los últimos son: Krisná , Buda y finalmente Kalki o el destructor de la impureza, quien se espera que aparezca al final de kali-iugá.
Los últimos Avatares de Visnú en el texto «Bhágavata-purana» son los mismos: Krisná o el vaquero. Buda o el engañador de los demonios y finalmente Kalki o el destructor de la suciedad. Aquí no deja de tener sentido que no sea solo la anímica y se incluya la física.
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