lunes, 1 de noviembre de 2010

La "Ocasión"

  "La ocasión la pintan calva"

  Este refrán castellano alude a la representación de una imagen proveniente de un libro de 1584, “Los emblemas”, de Andrea Alciato, y representa a su vez un antiguo refrán latino: fronte capillata post est occasio calva, más o menos, la ocasión tiene pelo por delante y está calva por detrás, sugiriendo que hay que atrapar la ocasión en cuanto aparece, porque cuando pasa de largo, no hay de donde agarrar.


Andrea Alciato. Emblemas. Emblema 121 

La diosa Ocasión era una divinidad de la mitología clásica a la que los griegos y romanos representaban   como una mujer bellísima puesta de puntillas sobre una rueda, con alas en los pies o en la espalda y con un cuchillo en la mano derecha.  Así representaron “In occasionem “ los escultores Fidias y Lisipo.   Esta representación era una forma de señalar que las buenas ocasiones pasan rápidamente.
La Diosa Ocasión llevaba la parte delantera de la cabeza cubierta por una hermosa cabellera, pero estaba totalmente calva por detrás. De la imagen de esta diosa proviene tanto la expresiones "tomar la ocasión por los pelos" o "la ocasión la pintan calva".
Así se  pretendía expresar lo sigiloso y efímero de su paso, la brevedad de la buena suerte, el giro constante de la rueda de la fortuna y la imposibilidad de asirla por los cabellos una vez que la ocasión pasaba de largo.



Otras expresiones como La suerte le ha dado la espalda, Cogerla (la ocasión) por los pelos y Tener la suerte de cara, hacen también referencia a esta representación plástica.
 Un concepto similar es representado por la palabra Oportunidad. Término que viene de oportuno, que era en la antigüedad el viento favorable que anhelaban los marinos para que los llevara a puerto, del latín opportunus ‘(viento) que conduce al puerto’, ‘ formada por op ´hacia´ y portus ´puerto´, literalmente, ´hacia el puerto´.

 Los marinos dependen de vientos que los favorezcan y que empujen sus velas hacia el puerto anhelado.

 Aquí agrego dos de las descripciones que, en forma de epigrama, escribieron sobre la Ocasión algunos autores de la antigüedad


Epigrama de Décimo Magno Ausonio,
acerca de la Ocasión

¿De quién eres obra? De Fidias, que hizo la estatua de Palas, y también es suya la de Júpiter; yo soy su tercera gloria. Soy la diosa Oportunidad, poco frecuente y conocida por pocos. ¿Por qué te apoyas en una rueda? No puedo estar fija en un lugar. ¿Por qué calzas talares? Viajo volando. Lo que Mercurio hace prosperar, yo lo estropeo cuando quiero. Cubres tu rostro con cabellos. No quiero ser reconocida. Pero ¿tienes calva la cabeza? “Sí, para no ser cogida al huir”.[...]

Décimo Magno Ausonio, Obras II, pp. 302-303.


Epigrama de Andrea Alciato acerca de la Ocasión

Soy obra de Lisipo, y soy llamada
La coyuntura del tiempo prendido,
De quien no hay cosa que no esté domada.
Estoy en lo más alto y más subido
De aquesta rueda, porque siempre ruedo.
Y el pie de leves alas es fornido
Porque parar no pueda ni estar quedo,
Y para declarar mi delgadeza
Y cuánto desatar y cortar puedo,
Navaja traigo de gran agudeza.
Y porque a quien topare pueda asirme
Cabello dio delante a mi cabeza.
Y por si alguno permitiere irme
No pueda por detrás después tomarme,
Prendiéndome con mano cierta y firme,
Quiso de la cabeza despojarme
De los cabellos la parte postrera
Y en público lugar manifestarme
Para que vista fuese de cualquiera.

Andrea Alciato. Emblemas. Emblema 121

1 comentario:

  1. ¡Qué hermosa la diosa!
    Le preguntaría para qué es una buena ocasión.
    La respuesta me llega de las experiencias de la vida cotidiana pues son tremendamente concisas:

    En esta época, una persona aspirante, es decir quien anhela, puede alcanzar en apenas un parpadeo la frecuencia vibratoria mínima que exige la entrada en la vida nueva.
    Solamente tiene que orientar su corazón.
    Los grandes cambios a nivel cósmico hacen viables nuevas oportunidades.
    Se están dando las ocasiones óptimas para una renovación estructural de vida.
    Cada día se ofrece a todos la oportunidad de renovar la vida, ¡sin ninguna excepción!
    A quien la acoge, se le pone a disposición una grandiosa energía, impersonalmente.
    Con ella cada ser humano puede superar todas las fronteras que parecían infranqueables.

    Gracias Jose por tu magnífico blog.
    Miguel

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